2018: El año en que cayó el telón de la farsa del tripartito mijeño

Las mentiras e incapacidad de Maldonado, la huída de Fuensanta Lima, la dimisión sorpresa de Mª Carmen González, así como las sobreactuaciones pactadas de Francisco Martínez dejan a las claras la inestabilidad y el descontrol que C’s, PSOE y CSSPTT han sembrado en Mijas

Sólo un gobierno de Nozal hará que Mijas vuelva a crecer y que el Ayuntamiento preste los servicios a los vecinos eficazmente

Mijas, 28 de diciembre de 2018. Acaba 2018, último año completo del presente mandato municipal, y a pocos en Mijas y fuera les cuesta afirmar que el gobierno tripartito C’s, PSOE y CSSPTT encabezado por el exsocialista Juan Carlos Maldonado (hoy en C’s) que la gestión de éstos van a suponer cuatro años perdidos para el municipio y todos sus vecinos. Un fracaso. Pero si 2018 ha destacado por algo ha sido por la revelación cristalina de la farsa que las tres formaciones políticas mencionadas han llevado a cabo durante todo este tiempo para que Maldonado se mantuviera, como sea y sin importar nada más que eso, en el sillón de la Alcaldía.

2018 empezó mal, sin presupuesto, como, por cierto, se va a iniciar 2019. Privatizando el deporte por un método de emergencia inexistente y en contra de la mayoría del Pleno y los trabajadores de la Concejalía, lo que desembocó en la primera huelga y manifestación de parte de los trabajadores municipales contra un gobierno local.

Sin embargo, no lo consiguieron con la cesión de los trabajadores del Área de Recaudación al Patronato del ramo en la Diputación. Los once votos del PP, sumados a los de CSSPTT -que ese día debió equivocarse- y los de la edil no adscrita, hicieron que Maldonado fracasase estrepitosamente en su propósito y que, por un momento, y sumado al Pleno extraordinario donde C’s y PSOE se quedaron solos en su deseo de privatizar el deporte, alguien pensara que Maldonado había perdido definitivamente el control de su propio gobierno tripartito.

Pero la abstención in extremis de Abda, tras una sospechosa pausa de diez minutos en el Pleno de los presupuestos, y el término de la breve aventura de infidelidad de Francisco Martínez, hecho oficial con la firma de un acuerdo que en realidad venía funcionando desde el principio del mandato de forma ostensible, acabaron de golpe con la idea.

El año que en breve vamos a acabar fue también el de cambios ciertamente importantes en el organigrama político municipal. No en vano, la última candidata socialista, Fuensanta Lima, huyó al Senado justo en el momento en que su compañera, María del Carmen González, licenciada en Economía y persona de mayor criterio y valía en el tripartito, dimitió como concejala de Hacienda, dejándola en manos de un inexperto Roy Pérez que sigue acumulando superando el periodo medio de pago a proveedores que exige la ley. Y van casi 40 meses seguidos, los mismos que lleva Maldonado sentado en el sillón de la Alcaldía.

El último de esos movimientos fue, precisamente, la dimisión como concejala de González, justo en un pleno (noviembre) en el que se traía a la sesión una serie de facturas muy controvertidas y tras conocerse los resultados de la auditoría de la empresa Mijas Avanza, de la que era consejera. Su marcha, por sorpresa, en silencio, sin dar explicaciones y en medio de sendas noticias, ha dado la impresión de que no estaba conforme con la actuación del equipo de gobierno en materia económica.

Sin avances

Tampoco parece que pueda estar muy orgullosa del legado que va a dejar Maldonado y su gente al acabar este mandato. Pese al saqueo electoralista que pretendían perpetrar, con la ampliación del presupuesto 60 millones para obras y otros gastos diversos, el porcentaje inversor y el ritmo de trabajo del ejecutivo naranja-socialista-podemita ha vuelto a ser, un año más, irrisorio. De tal forma, que no se han apreciado avances en materia de infraestructuras y mucho menos en servicios municipales.

No se ha completado la senda litoral; no habrá residencia de mayores en 2019; ni espigones; ni la conexión de la avenida AMPA Las Caracolas con el camino de Coín; no se han solucionado los problemas de abastecimiento de agua en Mijas Pueblo; no se ha hecho ninguno de los aparcamientos previstos en el plan de aparcamientos planteado por Ángel Nozal; y, por otro lado, las quejas entre los vecinos más necesitados con respecto a la atención de sus ayudas en los Servicios Sociales son incesantes y clamorosas. La preferencia por la burocracia y la insensibilidad son las máximas Maldonado y su equipo ante el sonrojante silencio del PSOE.

Así pues, lo único en lo que parece haber tenido éxito Juan Carlos Maldonado es en mantenerse en el sillón de la Alcaldía. No se le puede negar su abnegado esfuerzo por mantenerse en el cargo. Se podría decir incluso, que no ha hecho otra cosa o, para no exagerar, es a lo que más tiempo ha dedicado junto con intrigar inútilmente para que Ángel Nozal no se presente a las elecciones municipales como candidato a la Alcaldía. Gestión municipal cero y uso descarado de la institución para crearse una campaña personalista y propagandística, durante cuatro años, para promocionar políticamente más allá de las fronteras mijeñas van a acabar siendo las señas de identidad de este mandato municipal que está próximo a expirar. Cuatro años perdidos para todos los mijeños por culpa de la sed de protagonismo y poder de Juan Carlos Maldonado.

Ángel Nozal, la única alternativa

Si para algo van a servir estos cuatro años de descontrol, inactividad e inestabilidad es para que los mijeños se den cuenta de que la única alternativa seria de un gobierno estable y eficaz es la propuesta política que encabeza Ángel Nozal.

Los mijeños saben ya que el próximo 26 de mayo tienen dos opciones: o coger la papeleta del PP, que representa la experiencia, la eficiencia y la cercanía, o entregar su voto al resto de partidos y que sirva para reeditar una nueva coalición de partidos e intereses personalistas que acaben por empeorar los servicios municipales, y por ende, sus vidas.