El tripartito socialista profundiza en la paralización de la gestión municipal en sus primeros 100 días de gobierno

Tres meses y medio después de firmar el pacto PSOE-C,s y de obtener el apoyo encubierto del concejal de CSSPTT, Mijas sigue paralizada y la gestión es más lenta y menos transparente

La exagerada burocratización, la falta de respuesta a los problemas reales y cotidianos de los vecinos así como la actitud distante de PSOE-C,s generan descontento generalizado en la calle


Mijas, 28 de diciembre de 2016.
Si un día como hoy, hace dos años, alguien le dijera a un vecino de Mijas que su municipio lo iba a gobernar un exsocialista que quedó tercero en las elecciones tras abandonar el partido profiriendo públicamente graves acusaciones contra sus excompañeros y que, encima, lo iba a hacer apoyado por éstos a los que hace dos años abandonó y desprestigió, seguramente pensaría que le estaba gastando una inocentada. Lamentablemente, no lo es.

 

El Ayuntamiento de Mijas no sólo está gobernado por un exsocialista arrepentido y prófugo que quedó tercero y está sentado en el sillón de la Alcaldía con el apoyo, precisa e increíblemente, de los mismos socialistas a los que acusó, hace dos años, de “caciquismo, falta de democracia interna, amenazas e intimidaciones”, sino que está más burocratizado, distanciado con la sociedad, y paralizado que nunca.

 

El discurso virginal y a la vez rígido de Ciudadanos en todo lo que tiene que ver con la legalidad está prevaleciendo sobre la calle. Es decir, mientras el PP ponía las leyes al servicio de la gente, PSOE y C,s están poniendo a los mijeños al servicio de las leyes y la burocracia. No atienden a las circunstancias sociales o de cualquier índole para tratar de atender las necesidades lógicas y humanas que pueden surgirle a cualquier mijeño, sino que aplican la ley de forma literal e inapelable sin tener en cuenta las circunstancias especiales que rodean a cada caso y sin tratar de buscar una solución que contente al vecino, y a la vez, no incumpla la legalidad.

 

Mientras que los vecinos tenían prácticamente línea directa con los concejales de gobierno en el anterior mandato municipal, ahora la relación entre gobernantes y contribuyentes se ha enfriado y distanciado como consecuencia de la enorme burocratización y la falta de conocimiento de las necesidades reales de Mijas y sus habitantes por parte de los primeros.

 

Muy al contrario, la acción de gobierno de Juan Carlos Maldonado (antes PSOE, ahora Ciudadanos) y su excompañera de partido y socia de gobierno, Fuensanta Lima (PSOE), se está centrando más bien, hasta ahora, en buscar inexistentes delitos cometidos por el anterior equipo de gobierno del PP con el único objetivo de obtener un cuestionable rédito electoral. Lo único cierto en este caso es que, un año y medio después, están perdiendo un tiempo precioso para dar solución a muchos de los problemas y demandas reales que plantean los vecinos del municipio.

 

El triunfo de la burocracia frente al servicio público que debe inspirar a cualquier gobernante así como el afán desesperado de Maldonado por levantar alfombras que justifiquen su falso discurso regeneracionista está produciendo a su vez lentitud en la administración y gestión de los verdaderos y corrientes problemas que afectan a un ente local. Esta exasperante falta de diligencia en asuntos como la limpieza, el arreglo de zonas públicas o tramitación de documentos simples hace todavía más grande el distanciamiento entre el Consistorio y los vecinos.

 

En definitiva, cien días después de que anunciaran el pacto de gobierno, el tripartito que gobierna Mijas (PSOE y C,s con el apoyo encubierto del concejal de CSSPTT) no funciona y sigue cayendo en las mismos vicios que viene cometiendo Ciudadanos desde el inicio del presente mandato: burocracia llevada al máximo extremo, falta de sintonía total con la ciudadanía y sus problemas reales, y como consecuencia, paralización del buen ritmo que supo imprimir el PP durante el pasado mandato.