Mijas avanza, Andalucía retrocede

La evolución de la economía de Andalucía, cada vez con más deuda y menos transparencia, contrasta con la de Mijas, cada día mejor y más abierta a los ciudadanos

Mijas, 16 de Octubre de 2014.- El parlamentario andaluz, José Eduardo Díaz, junto al vocal del comité ejecutivo del Partido Popular de Mijas Mario Bravo, han comparado hoy la evolución de la economía tanto de la Junta de Andalucía como del municipio de Mijas, evaluando el cumplimiento de los programas electorales y la satisfacción de la ciudadanía.

 

Díaz analizó la respuesta de la Junta de Andalucía a los principales problemas de los andaluces, que calificó de «decepcionante». La mayoría de los andaluces votó al Partido Popular, pero la unión de los perdedores ha propiciado que los andaluces estemos cada vez peor. Como ejemplo, mencionó que «En solo un año de mandato, Andalucía ha contraído una deuda con los andaluces de 725 millones, entre deudas comerciales normales, inversiones no realizadas, obras pendientes o reducciones de transferencias a los Ayuntamientos.

 

Las tres competencias fundamentales: justicia, sanidad y educación, van cada vez peor, y ni hay soluciones ni siquiera hay ya compromisos -añadió-. Y eso por no hablar de los fondos de formación, dinero de los parados que se ha robado a los andaluces para gastarlos en otras cosas, y de los que no se ha recuperado ni un solo euro al día de hoy.

 

En cuanto a justicia, los tiempos de tramitación de los asuntos aumentan sin parar, y procedimientos que deberían durar 6 meses tardan 6 años. El gobierno andaluz no comprende que la mitad de la población de la zona es extranjera, lo que provoca no solo mayores incidencias jurídicas, sino más complicadas por la residencia de algunas partes en el extranjero. Mijas depende del partido judicial de Fuengirola, con unos juzgados repartidos en varias dependencias, incómodas para el trabajador y para los usuarios, y sin garantías de privacidad ni seguridad.

 

Bravo, por su parte, se centró en los problemas de Mijas provocados por la Junta de Andalucía, sobre todo en educación y sanidad: «somos el municipio con más alumnos en aulas prefabricadas, y el CIO Mijas agoniza sin que nadie parezca preocuparle ni los trabajadores, ni los alumnos ni siquiera el buen nombre del centro como formador de profesionales». En cuanto a sanidad, añadió que «los mijeños llevamos esperando el hospital prometido por Manuel Chaves en la campaña de 2003 por primera vez, y luego en cada elección. Han pasado ya 11 años, y ya ni siquiera hay promesas». Además de los centros de salud colapsados, cada vez que tenemos que acudir al hospital de Marbella hay que pagar un aparcamiento, mucho más caro y menos justificado que el «copago sanitario» famoso. A ningún país del mundo se le ocurre financiar un hospital con los ingresos que se vayan a obtener del aparcamiento de pacientes y familiares-añadió-.

 

Mención aparte merece el canon de saneamiento y su no-inversión por parte de la Junta de Andalucía. Si un empresario no ingresa las retenciones del IRPF, se puede considerar un delito. ¿Cómo podemos denominar a lo que hace la Junta de Andalucía, que lleva cobrando el canon desde Junio de 2011 y no lo ha invertido 3 años después? Hace falta claridad en el manejo de los dineros públicos, que no son de nadie como algunos socialistas piensan, sino de todos.

 

Por último, ambos pusieron como ejemplo la buena situación económica de las ciudades gobernadas por el Partido Popular, especialmente Mijas, basada en la correcta administración de los fondos, en la contratación de productos y servicios con la máxima publicidad, y el pronto pago de las facturas, cuyo periodo medio está en torno a los 15 días, que es el tiempo mínimo en comprobar las facturas y ordenar su pago.

 

En sólo tres años, hemos devuelto la ilusión y la confianza a los proveedores, a los trabajadores y a la ciudadanía en general, que ven que cada día su situación y la de su municipio mejora. Justo al contrario que la actuación de la Junta de Andalucía, que cada vez provoca más desencanto y frustración entre los andaluces.